Desarrollo web
El diseño web es una disciplina que abarca muchos aspectos, desde la planificación hasta la ejecución de un sitio web. No se trata solo de elegir colores, tipografías o imágenes, sino de crear una experiencia de usuario que sea funcional, atractiva y accesible.
Pero ¿cómo se hace un diseño web? ¿Qué pasos hay que seguir para lograr un resultado óptimo? En este post te explicaremos las fases y etapas que todo diseñador web debe conocer y aplicar en su trabajo. Así podrás tener una visión global del proceso y saber qué aspectos debes cuidar en cada momento.
¿Te interesa? Entonces sigue leyendo y descubre todo lo que necesitas saber sobre el diseño web.
Se deben tener en cuenta muchas cosas al crear la apariencia del sitio web. Para ayudarte a no sentirte abrumado, el proceso de desarrollo del diseño web se puede dividir en siete fases. Vamos a ver todas las fases una por una detalladamente:
El enfoque del primer paso es recopilar toda la información necesaria para el proyecto. Como equipo de diseño, debes hacer preguntas relevantes para profundizar en las necesidades comerciales. Analiza cuidadosamente los requisitos del cliente, define el propósito del sitio web y determina los objetivos del sitio web. Tras ello, tu equipo tiene que pensar en cómo se pueden alcanzar los objetivos comerciales con la ayuda de un buen sitio web.
A continuación, tienes que investigar el público objetivo. ¿Cuál es el grupo de personas al que le gustaría llegar primero? ¿Cuál es su edad, intereses y hábitos? Responder estas preguntas te ayudará a determinar el mejor estilo de diseño para el sitio web.
Los diseñadores deben familiarizarse con el contenido del sitio web. Y es que, el contenido y el diseño están directamente interconectados entre sí. Una vez hecho esto, el equipo puede crear un cronograma preliminar del proyecto con un plan aproximado.
Usando la información reunida en la primera fase, es hora de armarla y hacer un plan detallado del sitio web. En esta fase, se desarrolla un mapa del sitio. El mapa del sitio es la lista de todas las áreas temáticas principales del sitio web, incluidos los subtemas, si corresponde. Este mapa aclarará qué contenido habrá en el sitio web y ayudará a comprender la estructura de navegación. La base de un sitio web fácil de navegar es una excelente interfaz de usuario.
Como parte del proceso de diseño, es esencial aplicar con cuidado y buen gusto elementos visuales como el logotipo y los colores de la marca, para fortalecer la identidad de la marca en el sitio web. Durante esta fase, el equipo suele crear uno o más prototipos para el sitio web. Una buena idea es crear prototipos en los que se pueda hacer clic y que sean interactivos para ayudar al cliente a sentir el sitio web antes de que comience el desarrollo.
Este paso generalmente requiere de mucha comunicación con los clientes, por ejemplo: intercambio de correos electrónicos, colaboración a través de sevicios para compartir contenido (Dropbox, Zeplin), etc. El cliente debe estar informado durante todas las etapas de diseño y desarrollo para garantizar que el sitio web final coincida con sus necesidades, gustos y visión. El intercambio de ideas y la lluvia de ideas son cruciales en este paso.
En este punto, el diseño en sí debería estar listo, pero por lo general es en forma de imágenes estáticas. Es por ello, que en esta fase se requiere un esfuerzo de desarrollo adicional para traducirlo a HTML/CSS y luego agregar una capa de animaciones o JavaScript, según la complejidad del diseño.
En primer lugar, se desarrolla la página de inicio, seguida de un “caparazón” para las páginas interiores. El shell sirve como plantilla para las páginas de contenido del sitio web, ya que contiene el menú principal del sitio web. Una vez que se ha creado este caparazón, la tarea del equipo de diseño es llenar las páginas interna con contenido.
Durante esta fase, se deben de implementar y hacer funcionales elementos como los formularios de contacto interactivos y carritos de compras de comercio electrónico.
La comunicación entre tu equipo y el cliente debe permanecer constante en este paso. Y es que, el cliente necesitará ver los cambios aplicados al sitio web para que todas las correcciones necesarias se puedan realizar fácilmente.
Cuando el contenido y las imágenes están en su lugar, se puede iniciar el proceso de prueba. Cada página debe probarse para asegurarse de que todos los enlaces funcionan y el sitio web se muestra correctamente en diferentes navegadores. Incluso el orden de las palabras en los títulos y las descripciones tiene un impacto en el rendimiento de la página web en varios motores de búsqueda. Cuando tangas algo más de tráficos en tu sitio web, puedes aplicar técnica de prueba A/B para encontrar la combinación óptima.
Una vez que recibas la aprobación final del cliente, es hora de que el sitio web se active. Pero ante de eso, el sitio debe ejecutarse por última vez para confirmar que todos los archivos se han cargado correctamente y que el sitio es completamente funcional. Además, se debe registrar el nombre de dominio del sitio web y configurar las cuentas de alojamiento web.
Otros detalles finales de este paso incluyen la instalación del complemento y las actividades de optimización de motores de búsqueda. SEO es la optimización del título, la descripción y las etiquetas de palabras clave de tu sitio web, lo que ayuda a la web a alcanzar posiciones más altas en los motores de búsqueda. La optimización del sitio web para los motores de búsqueda juega un papel vital porque garantiza que el sitio web creado sea visible para las personas y puedan encontrarlo fácilmente.
Una vez que el sitio web está activos, generalmente se requiere un mantenimiento del mismo para comprobar y asegurar que todo funciona correctamente.
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